En ciertas ocasiones, las personas se encuentran en la difícil situación de no saber como resolver sus problemas y emociones.
Las personas de tu alrededor te recomiendan que empieces una terapia psicológica, que acudas a un profesional para que te pueda ayudar, pero tú consideras que no “estás loco” o no estás tan mal como para ir. Pensar así hace que se mantenga el problema y cada vez estarás peor. Afortunadamente cada vez se está normalizando más lo de ir al psicólogo.
Hay pacientes que se arrepienten de no haber venido antes. Desde nuestro centro creemos que pedir ayuda cuando se necesita es de personas sabias, al igual que cuando te duele alguna parte del cuerpo, acudes al médico correspondiente.
Te animamos a que nos llames al 611-04-26-21, nosotros sabemos como ayudarte y te informaremos de que necesitas.
Si te identificas con alguna de las siguientes 20 situaciones te recomendamos que pidas una sesión de terapia psicológica:
- Piensas de manera negativa sobre ti. Tienes una visión catastrofista del mundo y de lo que te rodea. A menudo te vienen pensamientos del tipo: “mi vida no tiene sentido”.
- Lloras cada día,tienes un estado de ánimo bajo y no sabes la causa.
- Por las noches no puedes dormir ni descansar de manera reparadora. No dejas de darle vuelta a las cosas y no consigues dormir.
- Necesitas controlar todo lo que te pasa en la vida e inclusote obsesionas con ello.
- Tu relación con la comida es muy problemática.
- Crees que puedes tener algún tipo de adicción, como al móvil, a las drogas, a internet, al alcohol, al tabaco, a el juego o a las compras, etc.
- Rechazas tu cuerpo y tu imagen corporaly ese te genera mucho sufrimiento.
- ¡Tú eres tu peor enemigo!. Te criticas de una manera despiadada y muy cruel.
- Tienes una baja autoestima, no te crees valioso.
- Tienes muchosproblemas con tu jefe y con tus compañeros del trabajo.
- Sufres estrés y ansiedad cada día.
- Te dan crisis de ansiedad o ataques de pánico. Tienes palpitaciones y taquicardias a menudo.
- Sientes bloqueo y miedo.Te ves incapaz de enfrentarte al día a día.
- Eres incapaz de mantener relaciones de amigos duraderas.Te cuesta relacionarte con los demás y hacer amigos.
- Has sufrido un suceso traumático y te sientes bloqueado.
- Te sientes desorientado en la vida, ¡nada te motiva!
- Tienes ataques de ira, agresividad y rabia hacia los demás. No sabes controlarte.
- Tienes fobias y miedos que te impiden avanzar.
- Acabáis de ser padres y no sabéis como gestionarlo.
- Problemas con la maternidad: depresión post-parto, infertilidad, miedo al parto o la pérdida del bebé.